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El Poder del nombre de Dios
Escrito por: Kaled Yorde
Según la Cábala, el sagrado nombre de Dios se
expresa de un modo distinto a nivel da cada séfira,
sin que ellos signifique que el creador sea una
decena de dioses. A nivel de cada uno de los séfirot
(cualidades de la divinidad) que componen el Árbol
de la Vida, a Dios se le conoce de diez modos
distintos, siendo cada uno de ellos un manantial de
poder sanador y mágico que la persona puede invocar
a beneficio propio.
Así pues, el poder del nombre del Altísimo cuando es
pronunciado e invocado apropiadamente y con
devoción, se hace patente, produciendo determinados
efectos benéficos en el operador.
Entremos en, los detalles de manera somera con las
esperanza de que el estudiante pueda beneficiarse de
ello, comenzando desde Malkút (el Reino) -la séfira
más densa de todas-, hasta llegar a Meter, la
Corona, la Creación.
En la décima séfira del Árbol de la Vida, es decir,
Malkút, a Dios se le conoce como ADINAI MELEK (El
Señor, Rey, Presencia Divina). Meditando en este
nombre, nos conectamos con la madre celestial más
cercana al mundo, la gran proveedora que gobierna y
rige todas las criaturas, la que da vida y vienes de
toda espacie por estar más cerca de todas las cosas
creadas. Adonai Melek es la puerta para entrar en la
presencia Divina. |
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A nivel de la novela séfira, es decir YESOD (El
fundamento de todas las cosas), Dios se expresa como
SHADDAI EL HAY, que significa Dios viviente, Dios
todopoderosos, Dios vivo. Este poderosísimo nombre
cuando lo invocamos devotamente, se constituye en
fuente de vida eterna.
Concede misericordia a aquellos que tienen la
intención de corregir sus errores y malos hábitos; a
aquellos que tengan el propósito de enmienda en sus
comportamientos. SHADDAI EL HAY sustenta a todas las
criaturas y nos previene de la tribulación del
mundo.
A nivel de la octava séfira, es decir, HOD (recordar
que estamos haciendo un ejercicio mental de ascenso
por el Árbol de la Vida), Dios se expresa como
ELOHIM TZEBAOT, que significa Dios de los ejércitos
celestiales, comandante supremo de las fuerzas
celestiales. HOD es fuente de profecías, visiones,
prodigios y milagros. Ese poderoso nombre da
fortaleza para ganar las batallas del Señor;
consuela a los afligidos, a los que sufren a los que
están de duelo.
En la séptima séfira del Árbol, es decir, NETZAH
(Victoria), el nombre de Dios es conocido como
JEHOVA TZABAOT, el Señor de los Ejércitos
celestiales y divinos. Este poderoso nombre revoca
justicia y otorga favores a los culpables,
dependiendo del grado de su arrepentimiento y
propósito de enmienda sincera. JEHOVA TZEBAOT recibe
las peticiones de los que piden por los niños. |
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La sexta séfira TIFERET (Belleza interna,
compasión), encarna el nombre divino de ELOAT VA
DAAD, el apasionado, el Cristo interno. Los
cabalistas explican que TIFERET es el nombre más
grande y más santo. En la Toráh, encarna todos los
nombres de Dios juntos; sustenta y enriquece todo lo
que existe; protege al hombre de todo mal, da
felicidad, fortaleza, alegría y vitalidad al
invocante.
Por el sendero de ascensión e le Árbol de la Vida,
la quinta séfira GEBURAH o DIN, en donde el nombre
divino es ELOHIM GEBURAH, que significa Dios de la
Justicia y el juicio. Invocar ese santo nombre atrae
justicia y juicio verdadero. ELOHIM GEBURAH aniquila
o sustenta, hiere o cura, sanciona o juzga toda
injusticia y maldad.
La cuarta séfira es HESED o GEDULAH, en donde Dios
se manifiesta con el nombre de EL. Esta palabra
hebrea significa precisamente Dios de Amor y
Misericordia, representando la trascendencia a la
cual aspira toda persona que busca su despertar
conciencial, también HESED atrae la misericordia
absoluta, comprensión y perdón. Mitiga el castigo y
el sufrimiento espiritual y salva hasta a los que no
son merecedores cuando se le solicita auxilio e
intersección.
La tercera séfira es BINAH, la Madre Cósmica y
regente del discernimiento y del karma. A nivel de
BINAH, Dios se expresa con el nombre de JEHOVA
ELOHIM y tiene mucho que ver con la redención, el
correcto discernimiento y la comprensión.
JOCHMAH, la Sabiduría, es la segunda séfira del
Árbol de la Vida, el Padre Creador o “ABBA”, como le
llamaba Jesús de Nazareth. Es conocida igualmente
como YAH, la existencia eterna, y su nombre divino
es LEHOVA (Tetragrámaton). Representa la existencia
eterna del Creador. Ese nombre divino alude al plano
de la misericordia, donde no existe ni la tristeza
ni el dolor. Facilita al invocante el crecimiento
interior, la redención, y el regreso al diseño
divino original.
Y por último, KETER (La Corona), es donde Dios se
expresa como EHYEH ASHER EHYEH (TO SOY EL QUE SOY),
el nombre que el Creador mencionó a Moisés a través
de la zarza ardiendo. Ese nombre divino atrae
misericordia y compasión infinitas; llena al mundo
de la presencia de Dios, de regocijo, armonía,
fraternidad verdadera y paz. |
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